Las ventajas de un depósito plano, ideal también para reequipamiento

Los depósitos planos convencen por su sencilla instalación y su diseño compacto. Ofrecen una solución práctica y estable, especialmente cuando el espacio es limitado o el nivel freático es alto.

Gracias al diseño plano de los depósitos poco profundos y a la baja altura resultante, no es necesario excavar demasiado la fosa para el depósito. Además, la altura del depósito suele hacer que no sea necesario un ángulo de inclinación en las paredes laterales de la fosa, lo que reduce considerablemente el trabajo de excavación en comparación con un depósito soterrado clásico. Así, se ahorra tiempo y dinero. Debido a su menor tamaño, los depósitos poco profundos más pequeños a veces incluso pueden instalarse manualmente utilizando fuerza muscular y una pala.

Si ya existe un terreno urbanizado, a menudo hay que adaptarse a las circunstancias. No siempre es posible o no siempre hay espacio suficiente para una fosa profunda. La escasa profundidad de instalación que requieren nuestros depósitos poco profundos ofrece la máxima flexibilidad.

Gracias a la escasa profundidad de instalación de un depósito poco profundo, la instalación también es posible sin problemas cuando el nivel de las aguas subterráneas es alto. Mientras que los depósitos soterrados convencionales suelen alcanzar sus límites en estas situaciones y pueden resultar dañados o desplazados por la flotabilidad, un depósito poco profundo permanece firmemente anclado en el suelo gracias a su forma plana, sin necesidad de medidas de seguridad adicionales.